El objetivo del presente artículo es buscar la aplicabilidad del modelo de liderazgo, dentro de las organizaciones del sector público, permitiendo de esta forma mayor calidad de servicio y confort a las personas (empleados y usuarios). Lo anterior implica un cambio de mentalidad y en la manera en que se forman y educan los líderes en las entidades públicas, orientados hacia una cambio de hábitos y forma de pensar anacrónicos y burócratas, llevando a cada funcionario a cumplir sus actividades y quehaceres diarios de una forma comprometida, coherente y cohesionada a la misión y visión institucionales, dejando de ser un problema las entidades de carácter público y convirtiéndose en modelo de calidad de servicio, satisfaciendo las necesidades de los ciudadanos dentro de un ambiente laboral de confianza de crecimiento, comunicación y bienestar.