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Este artículo utiliza la teoría de la agencia para explicar las compras fraudulentas en las agencias gubernamentales, es decir, el incumplimiento de los acuerdos marco negociados centralmente. La teoría de la agencia tradicional asume que el agente es un buscador de interés propio oportunista. Una visión complementaria de los problemas de la agencia muestra al hombre como un actor honesto, pero no plenamente competente; tanto los agentes como los directores pueden verse agobiados por la "incompetencia honesta". Aplicamos ambas perspectivas sobre las relaciones entre el principal y el agente para estudiar las compras incipientes en la contratación pública y relacionamos los problemas de la agencia con tres mecanismos de gobierno: monitoreo, capacitación y orientación. Encontramos que la orientación y la capacitación ayudan a reducir el incumplimiento de los empleados gubernamentales, pero el monitoreo de resultados no lo hace. Nuestros hallazgos indican además que la compra fraudulenta está relacionada con la incongruencia de los objetivos y dos tipos diferentes de asimetría de la información: los problemas de la agencia pueden surgir no solo porque el agente tiene información de la cual el director no tiene conocimiento, sino también porque el director puede tener información que el agente no conoce de. Las investigaciones futuras en gestión pública que utilizan la teoría de la agencia para estudiar instancias de acción oculta podrían beneficiarse de la aplicación de una doble lente similar a los comportamientos previamente examinados como puramente oportunistas.

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