Bibliografía: páginas 63-65

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A pesar de los avances en la reducción de la pobreza, América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo, donde el género y el origen étnico constituyen importantes factores de desigualdad. Las mujeres, las poblaciones indígenas y los afrodescendientes son quienes enfrentan el mayor grado de desigualdad económica, discriminación y falta de representación en la región. El Banco ha reconocido que una mayor igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y para grupos de distinto origen étnico y raza redunda en beneficios sociales y económicos. En consecuencia, ha intensificado la acción para abordar esos desafíos. Tal como se indica en varios documentos estratégicos y de política del Banco Interamericano de Desarrollo (el BID o el Banco), el Banco procura reforzar su respuesta a las metas y los compromisos de la región para promover la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y el desarrollo con identidad de las poblaciones indígenas y los afrodescendientes. Estas políticas exhortan al Banco a tomar medidas proactivas, como inversiones directas y la incorporación de estos temas en sus estrategias de país, préstamos, operaciones de cooperación técnica, productos de conocimiento y actividades de divulgación, así como medidas reactivas para no perjudicar a esas poblaciones.

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