Incluye referencias bibliográficas.

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Hay casi mil millones de jóvenes de entre 10 y 24 años que viven en Asia y el Pacífico, lo que representa más de una cuarta parte de la población en esta región. Estos jóvenes viven en diversos contextos socioculturales y económicos, pero comparten importantes desafíos y oportunidades relacionadas con su salud sexual y reproductiva. En todos los países, el aumento del acceso a los medios, la urbanización y la globalización están contribuyendo a cambiar los valores sexuales, las normas y los comportamientos de los jóvenes, a menudo en conflicto con las actitudes socioculturales tradicionales y conservadoras hacia el sexo prematrimonial y las normas de género. Estos factores contribuyen a barreras significativas que limitan el acceso de los jóvenes a la información y los servicios que necesitan para hacer una transición saludable hacia la edad adulta. Una proporción significativa de jóvenes en la región son sexualmente activos, y mientras que para muchos el inicio de la actividad sexual está asociado con el matrimonio, un número cada vez mayor inicia el sexo antes del matrimonio. La información disponible indica que la mayoría de los jóvenes no están preparados para esta transición, tienen conocimientos insuficientes y habilidades para la vida para negociar relaciones seguras y consensuadas y enfrentan barreras considerables para acceder a los servicios y productos básicos necesarios para evitar el sexo inseguro y sus consecuencias. Además, una proporción significativa de adolescentes y mujeres jóvenes informan tener relaciones sexuales bajo coacción y hasta la mitad han experimentado violencia sexual. Las tasas de violencia también son altas entre las trabajadoras sexuales jóvenes, los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero jóvenes. Como resultado, los jóvenes corren el riesgo de obtener resultados deficientes, como embarazos precoces y no deseados, abortos inseguros, infecciones de transmisión sexual y VIH. La mala salud sexual y reproductiva no solo tiene un impacto en la salud y el bienestar de los jóvenes, sino que también tiene importantes implicaciones socioeconómicas, lo que repercute en la educación, la participación económica y la pobreza. Estas consecuencias negativas se extienden a las familias de los jóvenes y las generaciones futuras, y pueden perpetuar un ciclo de mala salud y desventaja.

Texto en inglés