Incluye referencias bibliográficas y bibliografía.

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Durante el último decenio, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID o el Banco) ha invertido considerablemente en la promoción de la evaluación de impacto como herramienta para medir la eficacia de la institución. Al favorecer el uso de evaluaciones de impacto, la intención del Banco ha sido fomentar intervenciones más eficaces. La adopción de la Matriz de Efectividad en el Desarrollo (DEM), el primer esfuerzo emprendido a nivel de todo el Banco para promover proyectos más evaluables, ha incentivado considerablemente la producción y el uso de dichas evaluaciones. La DEM incluye una serie de requisitos de seguimiento y evaluación, cuyo cumplimiento sirve para calificar las operaciones. Esta evolución ha ocurrido en el contexto de un cambio cultural general hacia la evaluación y análisis más rigurosos, que son componentes fundamentales del Noveno Aumento General de Recursos y la nueva Estrategia Institucional. Es en ese contexto que OVE evaluó la producción y el uso de las evaluaciones de impacto en las operaciones del BID del sector público, procurando hacer un balance y examinar los frutos que ese esfuerzo ha traído para el Banco, sus costos y el rumbo que el BID debe tomar en los próximos años.

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